lunes, 2 de mayo de 2011

Domingo de Alegría y Resurrección

Fuera capirotes, marchas fúnebres y cadenas que arrastran de los pies. El Domingo de Resurrección da paso a la alegría, el Encuentro de una Madre con su Hijo, donde sí tienen cabida los aplausos y los vítores. En Salamanca no sería lo mismo si la salida no tuviese lugar en la capilla de la Vera Cruz, donde se inicia el recorrido. Minutos antes de las once de la mañana, las caras de cansancio se dejan entrever en los hermanos de las diferentes cofradías, y con nostalgia de lo que termina pero que volverá a repetirse en unos meses.



Los hermanos azules son los responsables de cargar con el Lígnum Crucis, Jesús Resucitado, la Virgen de la Alegría y el Santo Sepulcro ya vacío. Caras descubiertas y de alegría, claveles de mano en mano, música compuesta para el Encuentro: Aniversario de Santiago, Resucitó ... Y Madre e Hijo emprenden caminos separados para reunirse donde lo hacen cada día cientos de salmantinos, en su Plaza Mayor.


Suele salir el sol, aunque demasiado a menudo oculto por las nubes. La entrada en la ágora es recibido con aplausos. Se produce el Encuentro, adiós al luto y bienvenido el blanco. Regreso a la capilla de la Vera Cruz. Ya se echa de menos los días de Pasión. Última procesión de 2011, las bandas afinan sus últimas marchas, el olor a incienso se pierde en el aire. Los claveles comienzan a marchitarse. Feliz Pascua!!!



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